
A las 2 de la mañana con 5 años su progenitor lo obligaba a trabajar en las chacras.
A las 3 con 10 años su papá le exigió montar un caballo que le pisó sus piernas dejándoselas chuecas.
A las 4 con 11 años se escapó en el primer tren hacia la costa.
A las 5 con 12 años amasaba pan en una residencial que le dio sustento.
A las 6 con 15 años dormía amarrado a un árbol por no mojarse con la lluvia.
A las 7 con 23 años con un poco de dinero recaudado le compró alimento a su familia.
A las 8 con 33 años encontró buen trabajo sacando adelante a sus hijos.
A las 9 con 35 años lo echaron.
A las 10 creó su propia empresa junto a un socio.
A las 11 con 51 años lo estafaron y quebró.
A las 12 le embargaron dejándolo solo con deudas.
A las 1 de la tarde no tenía para almorzar.
A las 2 con 52 años se separó quedando sin casa.
A las 3 decidió invertir en insumos.
A las 4 le compraron todo.
De 5 a 9 sacó positivas cuentas. De 10 de la noche a las 5 trasnochó pensando en cómo salir a flote con ese dinero.
A las 6 de la mañana roncaba.
A las 7 se levantó energético.
A las 8 abrió un pequeño local.
A las 9 le llegó su primer cliente.
A las 10 le dio trabajo a sus hermanos.
A las 11 saldó su deuda.
A las 12 lo felicitaba la gente.
A las 1 con 76 años le dijo a su hijo que tenía que levantarse a la hora de la hora.
A las 2 se durmió para siempre.
A mi papá.
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